La DGS ocupaba el mismo edificio que la actual sede de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Se trataba del organismo del Ministerio de la Gobernación que dirigía y coordinaba al Cuerpo General de Policía y a la Policía Armada. En sus oficinas trabajaban funcionarios dedicados a los trámites burocráticos; la Brigada de Investigación Criminal, a la que competían los delitos comunes; la Brigada de Investigación Social, que perseguía a la oposición antifranquista y a las bandas terroristas; la Interpol; los portavoces que informaban a la prensa de los casos que habían tenido lugar en Madrid, etc.
A la hora de desayunar, tomar el aperitivo o almorzar, los auxiliares, administrativos y policías de la DGS solían ir a su casa (si vivían cerca) o a alguno de los variados establecimientos de hostelería que había en la Puerta del Sol y sus alrededores.
Uno de ellos era la cafetería-restaurante Rolando, situada en la calle del Correo, al lado de la Puerta del Sol, que servía desayunos y menú del día. La buena comida, la profesionalidad de su personal, el precio moderado y su ubicación céntrica atraían a una clientela numerosa y plural: turistas, vecinos, oficinistas, obreros, estudiantes, viajantes, periodistas, gente de paso y funcionarios de todo tipo.
Rolando estaba pared con pared con la cafetería Yenes y con el restaurante Tobogán, un moderno local de autoservicio que también solía estar muy concurrido a esas horas.