Pedro Chicote Alonso con el uniforme de la Policía Armada.
Pedro Chicote Alonso con el uniforme de gala de la Policía Nacional. Entre otras, porta la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo y la Encomienda de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo.
La masacre hizo que algunas personas dieran lo mejor de sí mismas. Se trató de vecinos, empleados de los establecimientos afectados, bomberos, policías, sanitarios, taxistas, etc. Su rápida, efectiva y desinteresada actuación salvó una cantidad incalculable de vidas.
Valga como muestra el caso de Pedro Chicote Alonso, de 25 años. Natural de Palacios de la Sierra (Burgos) pero afincado en Bilbao, había opositado a la Policía Armada para conseguir un empleo fijo. El 2 de septiembre de 1974 le dieron su primer destino: la comisaría de la calle Leganitos (Madrid).
El viernes 13, después de comer, Pedro caminaba por la calle del Correo para acudir al trabajo cuando explotó la bomba. La onda expansiva le hizo volar por los aires. Desde el suelo, escuchó los gritos de los heridos. A pesar del peligro, la caída de cascotes y el humo, se metió en la cafetería Rolando en busca de supervivientes.
Estuvo entrando y saliendo del establecimiento hasta rescatar, según la prensa, a 15 personas. Las dos últimas fueron una niña, que había quedado atrapada por los escombros, y una chica en muy mal estado. Tras depositarla en la calle, el agente se desmayó y fue trasladado al hospital.
A Pedro se le concedió la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo. Trabajó como policía nacional en Bilbao hasta su jubilación en 2014.